Una carta de Vauban del siglo XVII mas vigente que nunca

Artículo del Secretario General en su Blog

El 17 de Julio de 1.683, desde su residencia en BelleIsle en MerVauban un ingeniero militar que alcanzó el grado de Mariscal de Francia escribía a Losvois, Ministro de la Guerra de Luis XIV. En dicha carta hacía una exposición de los males que acechan a quien solo mira el precio a la hora de contratar y desatiende la pericia, la experiencia y la honestidad que reside en quien busca el beneficio real del cliente no un mezquino ahorro que  conduce a la mediocridad.

 “Monseñor:

 … Hay algunos trabajos en los últimos años que no han terminado y que no se terminarán, y todo eso, Monseñor, por la confusión que causan las frecuentes rebajas que se hacen en sus obras, lo que no sirve más que a atraer como contratistas a los miserables, pillos o ignorantes, y ahuyentar a aquellos que son capaces de conducir una empresa, yo digo más, y es que ellos retrasan y encarecen considerablemente las obras porque esas rebajas y economías tan buscadas son imaginarias y lo que un contratista que pierde hace lo mismo que un naufrago que se ahoga, agarrarse a todo lo que puede; y agarrarse a todo, en el oficio de contratista, es no pagar a los suministradores, dar salarios bajos, tener peores obreros, engañar sobre todas las cosas y siempre pedir misericordia contra esto y aquello.

De ahí bastante, Monseñor, para hacerle ver la imperfección de esa conducta; abandonela pues, y, en nombre de Dios, restablezca la buena fe; encargar las obras a un contratista que cumpla con su deber será siempre la solución más barata que podréis encontrar.”

Como se puede ver desde al año 1.683 hasta hoy hemos avanzado bien poco en materia de contratación pública; Administraciones Públicas adjudicando servicios solo con el criterio del precio más económico, empresarios sin escrúpulos que acceden a los mismos sabiendo que no van a poder cumplir con sus trabajadores y trabajadoras y beneficios nulos o tan bajos que ni se presentan los empresarios que son capaces de conducir una empresa decente, esta a la orden del día en nuestro país en al año 2019.

No digamos nada de aquellos políticos y funcionarios corruptos, que también los hay, investigados y condenados por las famosas comisiones.